Nos preguntamos, cuantas de las personas que han votado a Compromís en Valencia, elegirían a las mismas personas para gestionar su empresa, su comunidad de vecinos o escenas comprometidas con su pan de cada día. La respuesta es ninguna. Ninguna porque todos los que han votado a este partido son fruto de la ideología, sin importarles quién hay detrás, seguramente ni lo sabían al introducir la carta en el interior de la urna -refiriéndonos al ciudadano general-. Pero otros sí lo sabían, pues están comprados, saben que todos los meses van a tener subvenciones y otras facilidades si emiten su voto a favor a esta gente, o lo que es lo mismo: se venden.
La conclusión más pronunciada sobre esto, es que los cuatro chavales que han puesto a dedo para mandar y distribuir las ayudas, no están preparados ni tienen categoría, obvian la ley, se la pasan por el trasero porque se creen que pueden hacer con el dinero del ciudadano lo que quieran. Dar el poder a la persona equivocada trae consecuencias muy graves, consecuencias que a ellos no les importan, porque no son buenos gobernantes, porque no tienen categoría para gobernar.
No queremos meternos en política, pero es inevitable, teniendo en cuenta que quien niega las ayudas es un partido político, y hay que abrir los ojos entender y esto. Asumirlo es el primer paso.
Documento legal.